Obsevando la ruta pensé que no siempre se tiene que llegar a Roma, que las distancias no son tan largas como uno piensa, que el tiempo es valioso si nos detenemos a disfrutarlo, que soñar nos hace fuertes, que el horizonte es un punto de vista, que el silencio es frágil, que el temor solo existe en la mente, que la energía se presenta de varias formas, que los límites no existen (un legado de mi padre que agradezco ), que el Cielo está tan cerca que hasta puedo tocarlo, que la vida se disfruta cuando uno acepta que sin frío... nunca conocería el calor.
Cada lugar y cada momento es perfecto. Siempre habrá un lugar por conocer, soñarlo e imaginarlo y hasta sentirnos parte de él. La clave es sentir la energía dentro.
6 comentarios:
No jodan con el tigre de Zucaritas... JAJAJA!!!
Algunos obstinados, pensamos que el tiempo es como el agua o la tierra. Pero el tiempo, si se le canta, nos deja día a día.
Rara costumbre de los terrícolas, aferrarse de todo lo ajeno.
Abrazo Rockero
la única y verdadera limitación es uno mismo.
solo ese cielo,esas montanas y tu figura son los testigos de la ruta
Niño... Vos lo dijiste: " Algunos obstinados "
Sibila... Totalmente de acuerdo.
El Polisón... Sabés lo que decís. Muchos viajes compartimos. Mi inquietud por la ruta está totalmente ligada a vos. Gracias...
Que buen pasiaje! y esa casaca ta buenísima también!.
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